Yo me aclaro en el agua…
Sí, aclarar de luz y aclarar de lo denso.
Licuar.
Es en agua que se diluyen mis problemas.
Es en el agua que la inspiración se torna cristalina.
Es sumergida que siento fluida la travesía a seguir, atravesar o seguir magnas estelas de maestros nadadores.
Es nadando que aletean las siguientes metas, una a una
Es allí que me tiro de cabeza sin importarme los miedos.
Y también así los metros y las brazadas se hacen cada vez unos mas cortos y las otras más largas.
Es en hidrógeno doblando a oxígeno que me lavo de energías negativas.
Es en proporción de cloro que impido que proliferen las bacterias que portan en su alma algunas personas que se cruzan conmigo o que siguen intentando infectarme.
Es con el sonido de agua que desoigoo la falta de apoyos ajenos.
Es en el silencio del burbujeo de mi respiración que recargo las pilas.
Es en el chapoteo que sacudo las preocupaciones.
Es en este entrenamiento bestial que cada vez estoy más musculosa, más fuerte y más hidratada.
Dejo a la deriva lo malo y pesco lo que necesito para respirar en pulmón diario la lucha de mi vida.
Yo uso el agua.
Empecé con corta distancia, y ya la marco bien larga.
Con el tiempo detenido en mojado…
Otros usan la tierra al correr para pisar bien fuerte y sacudirse el polvo y dejarlo en el camino.
No importa donde sea que se recibe la energia enchufándose a toma de tierra o a grifo de agua.
No importa de donde se inhalen los vapores y se llene el pecho de aire.
Importa que se haga.
Porque importa que funcione.
Y porque quien importa es uno…
LOLA